El Hornocal: el cerro de los 14 colores
Un lugar no tan conocido del Norte Argentino y que sin ningún lugar a dudas es de los mejores paisajes del mundo es la Serranía del Hornocal o “El cerro de los 14 colores”.
Uno cuando viaja a la Quebrada de Humahuaca, piensa más en el Cerro de los 7 colores, pero hay otro que lo duplica y es el Hornocal.
Lo que hay que tener en cuenta, es que no es tan simple llegar, pero se puede hacer sin ningún problema.
Cómo llegar al cerro de los 14 colores
Para llegar a este cerro, primero hay que ir hasta el pueblo de Humahuaca. Antes, recomendamos ver cuál es el clima, ya que si está muy nublado, es probable que no se vea nada y el viaje sea aún más estresante.
Una vez que llegamos a Humahuaca, hay que rodear el pueblo y cruzar el Río grande.
En este lugar, hay dos opciones: o seguir con el auto o bien contratar a una de las camionetas 4×4 que se encuentran en el lugar.
En nuestra experiencia, ir manejando, puede ser un poco estresante, pero a la vez, es algo único. Pero si te da miedo, podes contratar una camioneta que en media hora te deja en el mirador.
Una vez que pasamos el Río, la ruta se hace completamente de ripio en no muy buen estado, por lo que hay que ir muy lento y el auto tiembla bastante.
Todo este camino es simple, estamos sobre la Ruta Provincial N°73 y los paisajes son muy áridos, pero sin ningún precipicio ni peligroso, más allá de las piedras del suelo.
Luego de unos 15 km, comienza la parte complicada, ya que empezamos a subir. Al principio es bastante simple, pero de a poco el camino se va poniendo más angosto y con varios precipicios.
Puede ser tranquilamente que el auto se apune. A nosotros nos tocó un día de lluvia e íbamos realmente entre las nubes. No veíamos a más de 2 metros para adelante, haciendolo todo bastante complicado.
Son aproximadamente 8 kilómetros de curvas y luego llegamos al ingreso del mirador del Hornocal.
Mirador del Hornocal: el cerro de los 14 colores
La entrada es libre y gratuita, pero hay que colaborar con algo de dinero a la persona que cuida el ingreso.
Una vez que pasamos la puerta, en 500 metros más, aproximadamente, llegamos al estacionamiento. Desde aquí se puede ver muy a lo lejos el Cerro y ya es algo realmente increíble.
Aquí estamos a 4350 metros de altura sobre el nivel del mar, por lo que hace mucho frío y uno se cansa con dar solo un par de pasos.
Desde el estacionamiento, hay que caminar en descenso unos 100 metros para tener las mejores vistas.
Cuando llegamos, había muchas nubes, pero cuando se abrió, realmente es de esos paisajes que te dejan sin palabras (y no solo por la falta de aire por la altura).
Es espectacular ver esta Serranía con sus 14 colores (¡o más!). Recomendamos quedarnos un rato en este lugar.
Para volver caminando hacia arriba, hay que tomarse el tiempo, ya que la falta de aire es mucha y es todo en subida.
Mucha gente cuando viaja a esta zona no suele conocer “El Cerro de los 14 colores” ya que muchos dicen que no es fácil llegar hasta aquí, pero sin dudas es algo que hay que hacer sí o sí en la visita a la Quebrada de Humahuaca.