Grafitis de Banksy: el túnel del arte en Londres
Para los fanáticos del arte callejero y de grafitis, sin dudas la primera persona que se les viene a la cabeza es Banksy.
El mundo está lleno de obras de este artista misterioso. Obras que en algunos casos llegan a costar millones de dólares.
Cuando uno le cuenta a sus amigos que va a visitar Londres, es muy común que te llenen de recomendaciones, que comas en el Borough Market, que subas al London Eye, que vayas a ver el cambio de guardia al Palacio de Buckingham y muchas cosas más. Obviamente es una ciudad enorme y con miles de cosas para hacer.
Este lugar no está dentro del circuito turístico tradicional y a pesar de esto es muy interesante.
¿De qué estamos hablando? Del Banksy Tunnel. Un lugar sin salida que está destinado para que los artistas callejeros puedan expresarse. No, no vas a encontrar obras de Banksy a pesar del nombre.
Dónde se encuentra el Banksy Tunnel
El túnel se encuentra en Leake St, muy cerca de la estación Waterloo del Metro. También se puede llegar rápidamente caminando desde el London Eye.
Nuestra experiencia en el Banksy Tunnel: grafitis por todos lados
Cuando te vas acercando puede llegar a dar un poco de miedo, ya que además de estar fuera del circuito turístico, se lo ve muy oscuro por fuera.
Al ingresar todo cambia, en lo único que se piensa es en los grafitis que se encuentran en las paredes, y también vale mencionar que en otra cosa que se piensa es en el olor a pintura que hay dado el encierro del lugar.
Hay pintadas de todo tipo, desde superhéroes hasta otras relacionadas con política.
A medida que uno lo va recorriendo se pierde la luz externa y queda solo iluminado por los pequeños focos que hay en el techo.
Justamente, ya que hablamos del techo, hay que decir que hasta aquí llegan las pinturas, por lo tanto, en absolutamente todos lados se puede ver arte.
El túnel no debe medir más de 200 metros de largo, y en varios lugares te podrás cruzar con artistas pintando. Quienes por lo general no tienen problema en ser fotografiados.
La visita no dura más de media hora, sacando muchas fotos, disfrutándolo despacio y lo ideal, en silencio.
Recomiendo ir por la tarde, te vas a encontrar prácticamente sólo recorriendo un museo que se encuentra en un simple túnel.